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La Espada de Creisner
:: Ocio :: Literatura
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La Espada de Creisner
Nombre: La Espada de Creisner
Historia: Una chica camino a su instituto es atacada sorpresivamente por una criatura, cae inconciente y al despertar se encuentra en un mundo que no es el suyo, el tiempo se acorta y debe recuperar el preciado objeto que dicha criatura le robo, junto a un joven guerrero trataran de recuperarlo sin embargo un jinete oscuro se interpondrá en su camino y una maldición que envuelve una espada lo complicara aun mas.
Categoría: Aventura
Tipo: Original
Historia: Una chica camino a su instituto es atacada sorpresivamente por una criatura, cae inconciente y al despertar se encuentra en un mundo que no es el suyo, el tiempo se acorta y debe recuperar el preciado objeto que dicha criatura le robo, junto a un joven guerrero trataran de recuperarlo sin embargo un jinete oscuro se interpondrá en su camino y una maldición que envuelve una espada lo complicara aun mas.
Categoría: Aventura
Tipo: Original
La Espada de Creisner
[color=DarkOrchid]
La Espada de Creisner by A.L.Méndez is licensed under a
Creative Commons Reconocimiento-No comercial-Sin obras derivadas 3.0 España License
Permissions beyond the scope of this license may be available at ]http://creisner.blogspot.com/
[color=DarkOrchid]
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Creative Commons Reconocimiento-No comercial-Sin obras derivadas 3.0 España License
Permissions beyond the scope of this license may be available at ]http://creisner.blogspot.com/
Tiempo atrás en que aun los dragones gobernaban la tierra, en que los árboles aun no aprendían a cantar, en el que los humanos aun no sabian razonar, sobre las lejanas montañas de Caneunter descendiendo en la larga llanura donde el suave viento sopla sobre los verdes parajes llegamos al terreno conocido como Creisner. Dicen que el Sol siempre amanece primero en este lugar y siempre es el último lugar del cual se retira, sin embargo la oscuridad fue invadiendo los corazones de quienes habitaban este lugar. La tierra de Creisner se mancho por su sed de poder, dejándose arrastrar por el odio iniciaron una guerra cruel y sanguinaria en que la muerte cabalgaba sonriendo blandiendo en su mano la hoz de su ejercito de sangre, pero toda la sangre derramada por años nunca fue suficiente. Finalmente los grandes dragones tuvieron que intervenir, majestuosos volaron sobre Creisner y dejaron caer una maldición a aquel lugar "Donde la sangre riegue los campos, el viento soplara y todas las almas allí jamás podrán descansar, lloraran gritaran y maldecirán a quien dicho castigo ha de imponer, el acero será su tumba, el puñal su sed de venganza y consumido su dueño será por aquellos sentimientos, sobre el ultimo Creisner en la tierra pesara el dolor y muerte que todo su pueblo ha causado a todo ser de esta tierra" dicho esto una luz cegadora de una esfera pequeña formada por los dragones en el cielo bajo lentamente hacia la Tierra, antes de que los habitantes pudieran huir dicha luz se extendió y con su manto blanco destruía todo a su paso, girando un remolino en el centro que absorbía las almas que el manto blanco dejaba al pasar sobre los cuerpos y destruirlos, se escucharon lastimeros llantos y gritos de horror. Cuando el silencio volvió no quedaba nada, casas, sembrados, gentes, soldados y todo que pudiera recordar a Creisner había desaparecido, solo una espada de empuñadura con el símbolo de los dragones permanecía en el centro de lo que fue Creisner. Y así como la humanidad cierra los ojos ante lo que no les gusta, cerro los ojos y así poco a poco fue olvidándose de los Creisner...
CAPITULO 1 "Entre la realidad y el sueño"
El sonido de un reloj rompió el silencio de un nuevo día, eran las 6 de la mañana, a través de las cortinas se colaba la débil luz anaranjada de un viejo poste ubicado frente a la casa, la oscuridad se retiraba ante la presencia de la luz de un nuevo amanecer, Leslie abrió los ojos y se quedo algunos segundos mirando el reloj aun como si no se diera cuenta de que estaba sonando la alarma o bien aun adormecida no lograba estirar su mano y apagarlo. Se sentó sobre la cama y apago el reloj con pesadez aun con los ojos cerrados se sentó bostezando, miro la fecha 25/07/.... por un momento detuvo su mirada fija sobre la pared hasta que de improviso algo salto sobre ella sobresaltándola no pudo evitar dejar escapar un pequeño grito. Era su gato quien ante el grito dio un salto retrocediendo y la miro sin comprenderla. La chica suspiro y luego con suavidad acaricio el lomo de la criatura tenia una extraña sensación estaba bastante nerviosa y sentía que su corazón latía mas rápido de lo usual, además la inquietud que estaba sintiendo no era normal. Llevaba su largo cabello amarrado en una larga trenza, y con sus ojos almendrados de color castaño miraba hacia la cortina de su cuarto, de tez blanca tenia unos 23 años pero como era baja de estatura y muy delgada no aparentaba tener mas de 16 años. Observo la hora de su celular y se dio cuenta que ya era mas tarde, rápidamente se baño, se vistió y abrió las cortinas de su cuarto deteniéndose de improviso con la mirada fija y los ojos abiertos con sorpresa.
- miauuuu - maulló su gato subiéndose a la baranda de la ventana y le acaricio el rostro con su cabeza.
- estoy segura de haber visto a alguien observándome - murmuro Leslie con tono inseguro - parado sobre el tejado de la casa del frente - agrego la joven no estaba del todo segura, pudo haber sido su imaginación, además solo vio como una especie de sombra que desaparecía rápidamente alejándose del lugar. Aun así estaba segura de que algo había sobre el tejado, volteo y tratando de olvidarse de la imagen de una sombra sobre el tejado tomo sus cosas para salir de la casa.
Era una mañana clara y fría las hojas dejaban caer el rocío de la noche y el pasto blanco cubiertos por la escarcha daba una sensación mas fría al ambiente, podía oírse el chillido de unas aves que atravesando con su vuelo el tapiz claro y blanquecido de la mañana parecían gritarse algo unas a otras. Leslie acostumbra a caminar media hora hacia la estación de metro, le gusta caminar en las mañanas, pero esta vez no se siente tan segura ni tan agradable como acostumbra. Tiene la sensación de que algo es distinto, hay un ambiente distinto, un aroma diferente en el aire, en eso le parece escuchar pasos y voltea rápidamente pero no logra ver nada ya que una espesa neblina se ha levantado en el lugar.
- Si hoy no tuviera examen.... regresaría a casa - murmuro caminando a paso rápido sin detenerse, volvió a detenerse al sentir de improviso como un aliento tibio le tocaba en la espalda, escucho como una especie de jadeo de algo que sobrepasaba su tamaño parado detrás de ella, volteo lentamente pero no había nada. Apresuro el paso tratando de sacar esas ideas de su cabeza, de seguro su imaginación le estaba pasando una mala jugada.
Al fin pudo divisar la estación de metro por lo que suspiro aliviada y corrió hacia aquel lugar, mientras corría sintió que alguien corría a su lado pero al mirar a su alrededor estaba sola, se detuvo y sintió como su corazón latía en forma acelerada. Compro el boleto y se paro cerca del riel a esperar los carros del metro, el cual no tardo mucho en pasar. Afirmada en uno de los fierros del metro miraba distraída hacia el paisaje que veía aun algo nerviosa por las extrañas sensaciones de aquella mañana, nunca antes había sentido algo así, movió suavemente la cabeza hacia los lados de seguro todo lo había imaginado por falta de sueño. Afuera el sol lentamente se asomaba y sus tibios rayos acariciaban a los adormecidos rostros de los pasajeros del metro. Leslie disfrutaba la tibieza del sol sin despegar la mirada de los ventanales del carro, pero de repente su tranquila mirada cambio, algo fuera de lo normal había frente a sus ojos.
- ¿Que? - se pregunto mirando hacia el tejado de unas casas sin creer lo que había ahí, veía a un joven como una especie de guerrero quien la miraba con expresión seria y fría luego levanto rápidamente la mirada. Leslie instintivamente hizo lo mismo, se sintió un estruendo sobre el carro como si algo muy pesado había caído encima, haciendo saltar en pedazos los ventanales. Sin embargo Leslie noto que el resto de los pasajeros seguían como si nada pasara ¿Acaso era la única que estaba viendo esto? o es que su razón le estaba jugando una mala pasada, el metro freno de golpe haciendo chirriar las ruedas que se arrastraban en los rieles, recién en ese momento la gente se levanto preocupada al sentir que el metro frenaba sin embargo no parecían notar el hundimiento de la parte superior del carro ni las ventanas rotas. Leslie no entendía que estaba pasando y antes de que el metro lograra detenerse vio como una garra inmensa atravesaba el techo del metro destruyendo toda la estructura superior del carro y dirigiéndose contra ella, sabia que debía salir de ahí, que debía moverse pero todo su cuerpo se paralizo mientras veía como esa amenazante garra la alcanzaba, llegaba a ella y le atravesaba el pecho violentamente la joven dio un grito y se quedo paralizada en estado de shock no sentía dolor alguno, pero si una enorme tristeza que se apoderaba de ella, esa garra le arrancaba algo del pecho le robaba algo muy preciado que sinceramente no entendía que podía ser y sin embargo sentía que no podría vivir sin ello.
- Acaso estaré soñando - murmuro y cayo al suelo violentamente mientras veía a través del agujero que quedo en el techo del carro como una enorme criatura se alejaba llevando algo brillante entre su garra, debía ser un sueño, esto no podía ser real sobretodo por esa profunda tristeza y angustia que se hacia mayor a cada segundo, sus ojos se llenaban de lagrimas y en su mente solo habían imágenes de su familia y de aquel joven misterioso que la miraba con tal frialdad y así cerro los ojos perdiendo la conciencia.
alishta7- Administrador
Re: La Espada de Creisner
Leslie abrió los ojos de improviso y se inclino tosiendo ahogada y escupiendo algo de color oscuro, puso su mano y miro aquel líquido oscuro.
- esto... no es sangre - murmuro con enorme preocupación ¿por que escupía entonces algo así?
- es Vimanten - respondió alguien quien se acerco lentamente a ella - es una medicina para quienes han recibido el ataque de un Garusco - se inclino mirándola a los ojos con frialdad - ¿te encuentras bien?
- ... si... - miro a su alrededor era un bosque extenso con árboles enormes que parecían tocar el cielo y susurrarle secretos al viento, la diversa vegetación cubría la verde tierra y grandes florea abrían sus pétalos como si mirasen a Leslie con curiosidad. Las aves cantaban con sus diversos sonidos, suaves que el viento traía y llevaba hacia lo alto.
- Entonces - saco una daga y se la puso a la joven en el cuello - explícame porque un Garusco le robaría algo así a un humano común y corriente como tu... - la observo con dureza.
- ¿Robarme que? - pregunto mirándolo con espanto, este tipo debía ser un loco o algo así, era un joven de cabellos claros color grises, ojos azules de mirada fría, media aproximadamente 1,70 y vestía como una especie de túnica extraña, botas largas y portaba dos espadas y un arco - "parece que se hubiera escapado de una convención de anime" - pensó Leslie sin dejar de mirarlo pero no entendía porque estaba en un bosque cuando iba en el metro... y esa criatura que le arranco algo del pecho - "acaso estoy soñando"
- Es obvio que un inútil humano no tenga idea de esto, pero nunca había pensado que un Garusco podría querer robarte a ti eso... - guardo la daga y se quedo pensativo mirándola fijamente como si la estuviera examinando con la mirada.
- ¿que me robo? - pregunto seriamente Leslie incomoda y molesta por la mirada de aquel joven. - además ¿que hago aquí? ¿Estoy soñando? ¿Si estaba en el metro que paso? ¿Que es un Garusco? ¿y...
- Haces demasiadas preguntas, primero yo te traje aquí sino habrías muerto, debía darte la medicina para hacer latir tu corazón otra vez, segundo lamentablemente no esta soñando y este lugar no es tu dimensión para salvarte debí traerte hacia acá, en el mundo tuyo si tu corazón deja de latir viene la muerte y es demasiado poderosa para enfrentarse a ella, acá quien controla la muerte es la diosa Egrisnes que es mas condescendiente que el ser encargado de la muerte en tu mundo
- Espera... me confundes hablas de tu mundo y de mi mundo ¿acaso... - miro a su alrededor - este lugar no es la tierra?
- Si lo es, solo que otro lugar - se levanto del suelo y camino hasta llegar a un tronco de un enorme árbol - vivimos en un mundo paralelo, nuestro tiempo va a la par con el tiempo de tu mundo y la única unión entre ambos es una puerta...
- ¿Una puerta? - interrumpió Leslie parándose un poco mareada por la medicina - si cruzo esa puerta yo...
- no, si cruzas esa puerta tu alma será condenada para siempre - agrego seriamente.
- Pero... ¿como pudiste tu atravesarla? - lo miro sin entender.
- Porque el Garusco al atravesar a tu mundo causo una pequeña fisura por donde lo seguí - si hubiera sabido que se cerraría no te hubiera traído hasta acá, pensé que podías darme información valiosa...
- ¿y ese Garusco... que fue lo que me robo? - al decir esto Leslie coloco su mano en su pecho y levanto la mirada preocupada y confundida.
- Tu cristal rojo - respondió el joven desviando la mirada y luego le dio la espalda.
- esto... no es sangre - murmuro con enorme preocupación ¿por que escupía entonces algo así?
- es Vimanten - respondió alguien quien se acerco lentamente a ella - es una medicina para quienes han recibido el ataque de un Garusco - se inclino mirándola a los ojos con frialdad - ¿te encuentras bien?
- ... si... - miro a su alrededor era un bosque extenso con árboles enormes que parecían tocar el cielo y susurrarle secretos al viento, la diversa vegetación cubría la verde tierra y grandes florea abrían sus pétalos como si mirasen a Leslie con curiosidad. Las aves cantaban con sus diversos sonidos, suaves que el viento traía y llevaba hacia lo alto.
- Entonces - saco una daga y se la puso a la joven en el cuello - explícame porque un Garusco le robaría algo así a un humano común y corriente como tu... - la observo con dureza.
- ¿Robarme que? - pregunto mirándolo con espanto, este tipo debía ser un loco o algo así, era un joven de cabellos claros color grises, ojos azules de mirada fría, media aproximadamente 1,70 y vestía como una especie de túnica extraña, botas largas y portaba dos espadas y un arco - "parece que se hubiera escapado de una convención de anime" - pensó Leslie sin dejar de mirarlo pero no entendía porque estaba en un bosque cuando iba en el metro... y esa criatura que le arranco algo del pecho - "acaso estoy soñando"
- Es obvio que un inútil humano no tenga idea de esto, pero nunca había pensado que un Garusco podría querer robarte a ti eso... - guardo la daga y se quedo pensativo mirándola fijamente como si la estuviera examinando con la mirada.
- ¿que me robo? - pregunto seriamente Leslie incomoda y molesta por la mirada de aquel joven. - además ¿que hago aquí? ¿Estoy soñando? ¿Si estaba en el metro que paso? ¿Que es un Garusco? ¿y...
- Haces demasiadas preguntas, primero yo te traje aquí sino habrías muerto, debía darte la medicina para hacer latir tu corazón otra vez, segundo lamentablemente no esta soñando y este lugar no es tu dimensión para salvarte debí traerte hacia acá, en el mundo tuyo si tu corazón deja de latir viene la muerte y es demasiado poderosa para enfrentarse a ella, acá quien controla la muerte es la diosa Egrisnes que es mas condescendiente que el ser encargado de la muerte en tu mundo
- Espera... me confundes hablas de tu mundo y de mi mundo ¿acaso... - miro a su alrededor - este lugar no es la tierra?
- Si lo es, solo que otro lugar - se levanto del suelo y camino hasta llegar a un tronco de un enorme árbol - vivimos en un mundo paralelo, nuestro tiempo va a la par con el tiempo de tu mundo y la única unión entre ambos es una puerta...
- ¿Una puerta? - interrumpió Leslie parándose un poco mareada por la medicina - si cruzo esa puerta yo...
- no, si cruzas esa puerta tu alma será condenada para siempre - agrego seriamente.
- Pero... ¿como pudiste tu atravesarla? - lo miro sin entender.
- Porque el Garusco al atravesar a tu mundo causo una pequeña fisura por donde lo seguí - si hubiera sabido que se cerraría no te hubiera traído hasta acá, pensé que podías darme información valiosa...
- ¿y ese Garusco... que fue lo que me robo? - al decir esto Leslie coloco su mano en su pecho y levanto la mirada preocupada y confundida.
- Tu cristal rojo - respondió el joven desviando la mirada y luego le dio la espalda.
alishta7- Administrador
Re: La Espada de Creisner
Un Ave cruzo el cielo con un lastimero chillido mientras el joven dejaba de mirar a Leslie y observaba el cielo con expresión seria tornándose mas preocupado, el cielo azul tomaba una tonalidad rojiza poco a poco, y podía sentirse un extraño ambiente en el bosque tal y como si los árboles se estuvieran quejando o lamentándose de algo.
- Maldición - murmuro apretando los dientes el joven levantando rudamente a Leslie del brazo. - Rápido - agrego y moviéndose rápidamente sin soltar a la chica se encaminaba hacia una dirección que parecía conocer.
- ¿Que pasa?- pregunto tratando de no caer al suelo, le era difícil poder seguirle el paso mas aun si no la soltaba del brazo.
- No hables y sígueme - agrego del mal humor.
Llegaron a una pequeña abertura entra unas rocas bajo la falda de una inmensa montaña rodeada de árboles que la ocultaban entre sus enormes e infinitos ramajes, el joven la empujo hacia adentro y luego entro escondiéndose sin alejar su atención hacia lo que pasaba en el bosque.
- ¿De que huimos? - pregunto la chica aun mas preocupada y asustada.
- No hagas ruido - la reprendió haciéndola callar - no hables...
- si... pero
- ¿Que?
- ¿Cual es tu nombre?
La miro levemente en silencio como si por unos segundos dejara de preocuparle lo que pasaba en el bosque, suspiro y desviando su atención hacia afuera murmuro:
- Mi nombre es Minwar Sanki...
Leslie repitió el extraño nombre mentalmente para no olvidarlo, en ese instante sintió un fuerte remezon sobre la Tierra y se asomo detrás de Sanki, vio como el cielo estaba oscurecido y una extraña mezcla de tonos rojizos y azulados se mezclaban en una especie de remolino dibujado en el cielo, Sanki al notar su presencia la miro adustamente mientras la obligaba a esconderse en el fondo de la cueva pero antes de que la joven se moviera un jinete negro apareció desde la oscuridad del cielo y a paso lento se paseo por los alrededores.
- ¿Quien es? - pregunto Leslie apenas respirando
- Guarda silencio... puede oírnos...
- Maldición - murmuro apretando los dientes el joven levantando rudamente a Leslie del brazo. - Rápido - agrego y moviéndose rápidamente sin soltar a la chica se encaminaba hacia una dirección que parecía conocer.
- ¿Que pasa?- pregunto tratando de no caer al suelo, le era difícil poder seguirle el paso mas aun si no la soltaba del brazo.
- No hables y sígueme - agrego del mal humor.
Llegaron a una pequeña abertura entra unas rocas bajo la falda de una inmensa montaña rodeada de árboles que la ocultaban entre sus enormes e infinitos ramajes, el joven la empujo hacia adentro y luego entro escondiéndose sin alejar su atención hacia lo que pasaba en el bosque.
- ¿De que huimos? - pregunto la chica aun mas preocupada y asustada.
- No hagas ruido - la reprendió haciéndola callar - no hables...
- si... pero
- ¿Que?
- ¿Cual es tu nombre?
La miro levemente en silencio como si por unos segundos dejara de preocuparle lo que pasaba en el bosque, suspiro y desviando su atención hacia afuera murmuro:
- Mi nombre es Minwar Sanki...
Leslie repitió el extraño nombre mentalmente para no olvidarlo, en ese instante sintió un fuerte remezon sobre la Tierra y se asomo detrás de Sanki, vio como el cielo estaba oscurecido y una extraña mezcla de tonos rojizos y azulados se mezclaban en una especie de remolino dibujado en el cielo, Sanki al notar su presencia la miro adustamente mientras la obligaba a esconderse en el fondo de la cueva pero antes de que la joven se moviera un jinete negro apareció desde la oscuridad del cielo y a paso lento se paseo por los alrededores.
- ¿Quien es? - pregunto Leslie apenas respirando
- Guarda silencio... puede oírnos...
alishta7- Administrador
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