Donde Los Lazos Se Unen: Una Aventura A Punto De Comenzar, ¡Pokémon Yo Te Elijo!

Ciudad Diamond, el lugar que los entrenadores elijen para encontrarse y donde muchos forman nuevas amistades.
Es normal ver batallas entre pokémon por estos alrededores, los entrenadores nunca pierden el tiempo y siempre están intentando superarse así mismos y entrenando a sus pokémon para ser aun mas fuertes y alcanzar, juntos como verdaderos amigos, el título que todos codician.
Esta vez la visión hace foco en un joven entrenador que con mucha pasión se dedica a cuidar y entrenar a sus pokémon.
Entre los árboles de una pequeña plazoleta del centro de la ciudad, Akira esta alentando a su querido compañero, Ambipom, mientras ambos realizan combinaciones para sus combates.
-¡Adelante Ambipom! ¡Salta girando sobre ti mismo y utiliza rapidez!-
-¡Ambi!-
El Ambipom se elevo sobre los aires mientras giraba sobre su propio eje, al llegar al punto mas alto sus colas comenzaron a brillar y de ellas, relucientes estrellas doradas se desprendieron llenando el área superior de la plazoleta con cientos de estrellas.
-¡Ahora utiliza rayo y pulverizalas!-
En un instante del cuerpo en movimiento de Ambipom se desplegaron descargas eléctricas que impactaron a las estrellas producidas por rapidez lo cual causó que estas implocionaran y dieran como resultado un conjunto de destellos dorados y una lluvia de polvos amarillos que dio una gran luminosidad a la plazoleta.
Ambipom, muy contento, cayó sobre sus patas y con una pose de victoria concluyo con su combinación.
-Bien hecho Ambipom, siempre tan perfecto-
-¡Bipom!-
Repentinamente sentí a alguien observándonos, mas no me inmute y seguí acariciando la cabeza de mi compañero.

Había llegado a Ciudad Diamond estaba listo para las nuevas aventuras.

-Ciudad Diamond un nuevo lugar para conocer, o eso creo.

Estaba caminando tranquilamente cuando, de repente veo a alguien caminar

-¿Quién sera el?

Me acerque con entusiasmo y le pregunte:

-¿Hey cómo te llamas?

En lo que acariciaba a Ambipom mientras caminábamos, la presencia que había sentido no era nada mas ni nada menos que una persona. Me voltee amablemente mientras Ambipom se colgó de mi espalda y sonriente me dirigí al muchacho con voz amable.

-Mucho gusto, Yukihiko, Akira Yukihiko. Pero por favor llámame Yuki.-

Extendí mi brazo para saludar al chico con un apretón de manos y Ambipom, sonriente, extendió una de sus colas para saludarlo también.

-Casi te olvido pequeña. Y ella es Ambipom, una de mis más fieles compañeras.-

En lo que tomaba de la mano al chico, sentí algo raro era mi Umbreon que de nuevo había salido de la Pokeball

-Mucho Gusto Yuki, yo soy Ikki y me puedes decir... Ikki, el es mi Umbreon-

Cuando vi mi Umbreon se acerco para darle la pata a Yuki lo miro y con cara sonriente dijo:

-Breon-

Lo vi a la cara a el chico y le dije:

-¿Hacia donde te diriges?

Al parecer Ikki, al igual que yo, tenia pokémon a los que no les gustaba permanecer demasiado tiempo dentro de sus pokeball. De una de sus pokeball salio un Umbreon que con una sonrisa y un porte muy amable, me ofreció su pata para saludarme. Me agache para ponerme a su altura y acepte su saludo para luego acercar mi mejilla a su cabeza. El pokémon estaba bien cuidado, su pelaje era suave y muy brillante, eso quería decir que Ikki era un muy buen entrenador o que al menos se preocupaba por su salud.

-Veras, Ikki, me dirijo hacia el gimnasio y el concurso pokémon de esta ciudad, pretendo hacerme con la Medalla que Delos resguarda al igual que el listón de esta ciudad-

En mis ojos un brillo de anhelo y entusiasmo se hizo presente, al notarlo retome mi actitud un tanto seria y le pregunte a Ikki.

-¿Que hay de ti Ikki? ¿Hacia dónde te diriges tu?-

Al escuchar lo que me pregunto, solo lo mire y dije

-No tengo destino, hasta ahora,solo caminaba por los alrededores-

Tan solo se me ocurrió preguntarle

-¿Puedo ir contigo?

Al parecer Ikki viajaba sin rumbo alguno, al igual que yo lo había estado haciendo antes de decidirme definitivamente por ganar todos los listones y las medallas de Emerald Heart. Me lo pensé unos segundos y lo mire mientras le proponía mi idea amablemente.

-Oye Ikki, ¿qué te parece si viajamos juntos? ¿Te gustaría acompañarme?-